Mara y los peces de la habitación (2.0)

Son las 9:15 de la mañana. Acabo de desayunar la papilla de cereales. Me siento mal porque me la he comido toda, sigo muy preocupada por Glub, pero es que tenía mucha hambre! Ñam está casi estático, ya casi ni se mueve.

Papá me ha cogido y hemos subido las escaleras. Cuando hemos ido a ver los cuadros, como todas las mañanas, nos hemos acercado a la ventana. No he visto nada. El pobre Ñam no se quería ni acercar. No he parado de moverme y de hablar para decirle a Papá que me acercara a la ventana y que me dejara ver si estaba Glub, pero creo que no me entiende, y la verdad es que no sé por qué. Hemos seguido a la habitación.

Allí me ha tumbado como muchas mañana para vestirme. Ñam ni se mueve ni habla. Estamos muy tristes. Papá no hace más que gastarme bromas e intentar jugar conmigo, pero hoy no me hacen gracia.

Mientras me estaba poniendo un vestido horrible, de esos que tarda un montón de tiempo y que no hace más que moverme los brazos para arriba y abajo, he mirado a la puerta. De repente he visto a la rana azul, que sacaba la cabeza por la puerta.

- Hola –dijo la rana.
- Hola – dije- ¿Dónde está Glub?
- ¿Quién es Glub?
- Mi amigo, un pez naranja del tamaño de mi mano. Ayer se fue detrás de ti.
- Ayer yo no vine aquí, no estaba en mi ronda.
- ¿Qué ronda? El fue detrás de ti y desde que se fue no ha vuelto. Ñam y yo estamos muy preocupados- En ese momento Ñam estaba mirando asustado detrás de Papá.
- Imposible, ayer yo no vine aquí, era la ronda de otro. Todo es correcto, me tengo que ir.
- No, espera, no te vayas, por favor, estamos muy preocupa...

En ese momento la rana azul desapareció de la puerta. Ñam seguía asustado detrás de Papá y yo allí, tumbada mientras Papá me ponía los zapatos. Empecé a moverme y a decirle a Papá que me llevara detrás de la rana. Definitivamente no me entiende o no ha visto a la rana, pero ha habido un momento en que ¡estaba mirando!

Para cuando hemos salido de la habitación, ya no había rastro de la rana azul.