lunes, 9 de marzo de 2009

Mara y los peces de la habitación (2.1)

Acabamos de llegar del colegio. Mamá me está subiendo en el ascensor. Como todos los días, ha dejado el carrito en el coche. Es muy pesado y a mi me encanta que me suban en brazos. Me encanta ir en brazos, siempre. A veces discutimos mucho cuando me pone en el carro, especialmente con Mamá, pero no me entiende y sobretodo, siempre gana ella.

Cuando Mamá ha abierto la puerta ha sido maravilloso. Enfrente de mi está Glub. De verdad. No me lo puedo creer. Creía que no volvería a verle, pero ahí está, increíble. Ñam no para de nadar alrededor, como un loco, chillando de alegría. Yo me he puesto a levantar los brazos como una loca. Mamá estaba alucinando. Glub, está muy feliz y muy tranquilo.

- GLUB!!!!!- dije.
- Hola, Mara.
- ¡Me alegro muchísimo de verte!
- Yo también, sobretodo después de que me haya contado Ñam lo preocupados que estabais.
- Pensamos que no ibas a volver. Nos pusimos muy tristes.
- No ha sido para tanto, sólo he pasado una noche fuera.
- ¡Pues ha parecido mucho más! ¿Dónde has estado?
- Es un historia muy larga, ¡pero ha sido genial!
- ¡Cuéntamela!
- ¡He estado en el río!
- ¿En el río? ¿qué es un río?
- Es como esto pero con agua por todas partes, es como un gran camino.
- ¿Y dónde lleva ese camino?
- No lo he podido ver, pero me han dicho que lleva al mar.
- ¿Quién te lo ha dicho?
- Mi amiga Croac.
- ¿Croac?
- Si la rana que seguí el otro día.

Mientras hablábamos, Mamá me había subido al baño y me había bañado. Daba tantos manotazos en el agua que Mamá acabó empapada, pero no paraba de reírse, así que creo que le gustaba. Después de eso, bajamos al salón y me dio la cena. Un biberón enorme que devoré con pasión. Mientras, claro, no pude hablar con Club pero antes de dormirme, pudimos hablar en la cama.

- ¡Cuéntamelo todo! - dije.
- ¡Pero tienes que dormirte!
- No, aguanto. Tengo un poco de sueño pero después de todo, necesito saberlo.
- Vale. Ayer, cuando decidí seguir a Croac, me acerqué a la ventana y…

No hay comentarios: