lunes, 30 de marzo de 2009

Mara y los peces de la habitación (3.2)

Como siempre he tenido un despertar estupendo, sobretodo cuando he visto a Glub como loco por contarme su experiencia en el consejo de sabios. Además, es fin de semana, por lo que no he tenido que irme rápidamente al colegio con Papá.

Glub me ha seguido contando la historia. Cómo registro su llegada frente a una libélula verde y roja que no paraba de hacerle preguntas a toda velocidad. Inmediatamente después, le han llevado a una gran sala donde había varios insectos esperando su turno para entrar en el consejo de sabios. Curiosamente Glub, fue el primero en entrar.

Una vez dentro se encontró en una sala redonda, con una cúpula en el techo llena de ventanales. Sentados en una mesa semicircular había 5 sabios. Uno de ellos era un gran sapo rojo que hacía sonidos guturales. A su lado había un escarabajo verde, que no hacía más que darle vueltas a un ovillo de lana pequeño. En el centro, había una rana pequeña y con un verde intenso, con la piel de alrededor de los ojos roja, era Flick, la presidenta del consejo. Al otro lado, había un tritón de muchos colores y una aveja reina, que estaba todo el rato moviendo las alas.

Se presentaron todos ellos y comenzaron a hacerle preguntas a Glub.

- ¿De dónde vienes?
- ¿Por qué has venido aquí?
- ¿Quiénes viven en esa casa?
- Y esa niña, ¿Cómo se llama?
- ¿Cómo es la niña?
- ¿Le has visto alguna marca?

Glub contestó a todas esas preguntas, hasta llegar a la última, en la que Croac se puso muy nervioso y se anticipó a dar la respuesta, diciendo:

- ¡La niña, Mara, tiene un ojo de dos colores, marrón y azul!

Hubo un gran estupor en la sala, que Flick paró pidiendo calma. Inmediatamente se dirigió a Glub.

- ¿Es eso cierto?
- Si es cierto, tiene unos ojos preciosos, especialmente el izquierdo.
- Mmmmm, desde luego es ella.

En ese momento la mesa se empezó a mover con las sillas y sus miembros incluidos, convirtiéndose en un círculo. Entonces el consejo comenzó a deliberar. Glub fue incapaz de escuchar nada.

Tras varios minutos de deliberación, Flick se acercó a Glub y le dijo:

- Hoy descansarás aquí. Mañana partirás a casa. Al tercer día de tu llegada, nosotros iremos a visitar a la niña Mara, no temáis, debemos comprobar sus ojos con nuestros propios ojos y hablar con ella. Hasta pronto.

Una vez, dicho esto, pasó la noche en casa de Croac y volvió a casa hasta este momento, en el que se cumple el tercer día.

Sinceramente estoy asombrada, no se qué hacer. De momento sólo puedo esperar. Glub parece tranquilo pero le noto un poco alterado, creo que está preocupado pero no quiere que me de cuenta y me preocupe. La verdad es que tengo mucha curiosidad, pero no lo estoy. Eso sí, tengo un poco de sueño. Mamá me acaba de dar la comida.

Definitivamente tengo sueño, pero no me quiero dormir. Mamá no hace más que tranquilizarme y tratar de que me duerma, pero no puedo, ¡va a venir el consejo de sabios!, hoy no me puedo dormir. He empezado a chillar porque se me cierran los ojos, haber si me despierto. La pobre Mamá se está poniendo un poco nerviosa, lo noto en los latidos de su corazón, pero no quiero dormirme, así que sigo chillando y llorando, parece que funciona y me mantiene despierta.

He estado un rato así, Mamá se ha puesto bastante nerviosa y ahora estoy con Papá. Sigo chillando. Empiezo a notar que me faltan las fuerzas, pero tengo que aguantar a que vengan…

No hay comentarios: